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angle-left Celebración en la Sagrada Familia de las bodas de oro y de plata de sacerdotes y diáconos de la Archidiócesis de Barcelona
La primera misa en la Sagrada Familia tras el estado de alarma decretado a causa de la pandemia de la COVID-19

Más de un centenar de presbíteros y diáconos concelebraron la eucaristía con motivo de las bodas de oro y de plata de un numeroso grupo de sacerdotes, entre los que estaba el Cardenal Joan Josep Omella i Omella. Y es que el Arzobispo cumple este año el 50 aniversario de su ordenación.

El aforo debía ser limitado, de acuerdo con las medidas decretadas para evitar posibles contagios. De este modo, el uso de mascarilla y el respeto de la distancia de seguridad obligaron a reducir el aforo en la Basílica.

Las palabras del Cardenal Joan Josep Omella i Omella al comenzar la ceremonia fueron en recuerdo, precisamente, de las víctimas de la COVID-19. Por ello, quiso destacar «el esfuerzo, el tiempo y las energías invertidas por mucha gente en la lucha contra el virus».

Minutos más tarde, durante la homilía, Joan Josep Omella i Omella dedicó unas palabras a la importancia de la labor pastoral de los sacerdotes y diáconos. «Sabemos que somos frágiles, pero también sabemos que la nuestra es una vocación preciosa. Por lo tanto, renovamos nuestro deseo de seguir al Señor y servirle con alegría».