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angle-left Desde la Sagrada Família lamentamos profundamente la muerte del Papa emérito Benedicto XVI

El presidente delegado de la Junta Constructora del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia y los miembros del Patronato lamentamos profundamente la muerte del Papa emérito Benedicto XVI.

Los días 6 y 7 de noviembre de 2010, 128 años después de la colocación de la primera piedra, el Papa consagró la Basílica de la Sagrada Familia. En una celebración de la Eucaristía el día 7 de noviembre de aquel mismo año, el Papa pronunció en la homilía unas palabras que hoy recordamos:

«El Señor Jesús es la piedra que soporta el peso del mundo, que mantiene la cohesión de la Iglesia y que recoge en unidad final todas las conquistas de la humanidad. En Él tenemos la Palabra y la presencia de Dios, y de Él recibe la Iglesia su vida, su doctrina y su misión. La Iglesia no tiene consistencia por sí misma; está llamada a ser signo e instrumento de Cristo, en pura docilidad a su autoridad y en total servicio a su mandato. El único Cristo funda la única Iglesia; Él es la roca sobre la que se cimienta nuestra fe. Apoyados en esa fe, busquemos juntos mostrar al mundo el rostro de Dios, que es amor y el único que puede responder al anhelo de plenitud del hombre. Ésa es la gran tarea, mostrar a todos que Dios es Dios de paz y no de violencia, de libertad y no de coacción, de concordia y no de discordia».

Si el hombre deja entrar a Dios en su vida y en su mundo, si deja que Cristo viva en su corazón, no se arrepentirá, sino que experimentará la alegría de compartir su misma vida siendo objeto de su amor infinito

Rogamos a Dios por su alma y agradecemos todo el bien que hizo durante su pontificado. Recordamos con cariño su venida en 2010 a Barcelona para la dedicación de la Basílica de la Sagrada Familia y de la misma manera que él abrió las puertas del templo de Gaudí, pedimos a Dios que le abra las puertas del cielo y lo acoja en su Gloria. Descanse en paz